Para cuando me di cuenta mi corazón había ya sanado, al cruzar tú nombre por mi
mente vanos recuerdos arriban ya nunca más las películas tristes lograron
llevarse una gota de tristeza, aquellas canciones que a cada nota ovacionaban
tú nombre apenas alcanzaban a palpar las
fibras de mi corazón, los lugares en los que tú aroma parecía eterno ahora sólo
huelen a olvido, todas las fechas imborrables de los días a tú lado cambiaron
para señalar que es el día de hoy el mejor momento para sonreír, pues la
primavera de la felicidad finalmente ha llegado dejando atrás el invierno de tú
adiós. Releer ahora las palabras sin sentido que en alguna o escribí por el
utópico amor que entre los dos creí que existía esperando ansiosa a que sus ojos leyeran y una cálida sonrisa formarán al
saber que existe alguien que no sólo lo quiere localmente, sino que lo ama,
como sólo se lo hace con el primer amor, ese que aunque se vaya jamás podrá
salir del pecho, aun así fueron mudos los cientos de versos llenos de
sentimientos que escribí, pues él jamás escuchó el latido de mi corazón, jamás
intento imaginar el mensaje que las palabras llevaban, prefirió aventurarse y
dejarme a mi suerte, sin él, sin el cielo de tenerlo, eres una niña dulce, pero
sobre todo una mujer fuerte decía y saben no estaba equivocado, cuando se llevó
el color de mi vida, por un momento pensé que todo había terminado, pero no,
así como las aves extiende sus alas para alzar tú vuelo, así mismo inicié el
mío, sin mirar atrás, sin recordarte...
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